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La Diputación de Segovia se suma un año más al Día de los Cuidados y el Apoyo con la convicción de que decidir cómo afrontar la dependencia es un derecho y no un privilegio

Cada 29 de octubre se conmemora el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo. Un ámbito que, para ser pleno, debe incluir necesariamente la escucha activa de las voluntades expresadas por sus protagonistas: las personas dependientes. Y es que “ser cuidado y decidir cómo serlo es un derecho y no un privilegio”, tal y como han afirmado tanto la coordinadora del CEAAS de Prádena, Carmina García, y la trabajadora social Susana Revenga. La primera ha coordinado y la segunda es la autora principal del estudio sobre la aplicación del modelo de cuidados duración en la zona Riaza-Ayllón.

Un trabajo que se ha elaborado de cara precisamente a este Día de los Cuidados y que se suma al realizado el año pasado en la zona Sepúlveda-Pedraza, con lo que se completa el territorio del CEAAS, con una visión integral. El estudio de este año arroja datos tan relevantes como que el 98% de las personas dependientes de esa área riazano-ayllonesa prefiere ser atendido en su domicilio. Solo el 2% quiere serlo en un centro residencial.

Un escenario que refleja con claridad el apego a su tierra y a sus pueblos de las gentes de esa comarca nordeste segoviana, marcada por la despoblación y la dispersión. Por tanto, las responsables del estudio perciben una responsabilidad por mantener a sus pueblos con vida. De hecho, la comunidad también se muestra integradora en la publicación, con una constatación de ayuda mutua y de conocimiento. Así, ocho de cada diez encuestados en esas comunidades afirman conocer personas con dependencia en su entorno y un porcentaje también muy alto reconoce ver en su municipio “frecuentemente” personas en situación de dependencia. Eso indica, por un lado, visibilidad y, por otro, integración.

No en vano, si las personas dependientes dejasen de participar en algunos de los recursos de los servicios sociales, éstos desaparecerían de allí. De modo que “el pueblo cuida a sus dependientes, pero ellos también cuidan de alguna manera la vida de sus pueblos”, como ha destacado el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, que mantiene reservadas las competencias del Área de Asuntos Sociales. Y es que hay un tejido social que llega a proporcionar “las únicas oportunidades para algunas personas de salir de casa y protagonizar encuentros a lo largo del año y, sobre todo, en los meses de invierno”. Así pues, también la comunidad proporciona cuidados.

Feminización de los cuidados

Otra de las conclusiones claras del estudio es que los cuidados de larga duración en esta zona están feminizados, puesto que las personas cuidadoras son mayoritariamente mujeres -el 77%-, generalmente hijas de las personas dependientes y presentan una edad media de 57 años.

En esta zona están muy implantados los recursos más tradicionales como la Teleasistencia o la Ayuda a Domicilio, aunque ser percibe la necesidad de una mejor difusión de los programas de implantación más reciente. Igualmente, todos ayuntamientos consultados en la zona manifiestan que, siempre que son conocedores de una situación de dependencia, orientan hacia la solicitud de apoyo de los servicios sociales, lo que respalda la implantación, por parte de la Diputación de Segovia, del servicio ‘Vecin+s Puerta con Puerta’.

Continuando con ese papel de la comunidad en los cuidados de larga duración, nueve de cada diez personas encuestadas en la zona consideran que las personas dependientes pueden seguir haciendo actividades como antes de encontrarse en ese estado. Además, un 82% de las personas cuidadoras que han participado en el estudio creen que las personas a las que cuidan siguen teniendo deseos y motivaciones propias, por lo que se impone extender el uso de los proyectos de vida y de los planes de apoyo. En esa línea, se percibe un consenso general sobre que las personas en situación de dependencia pueden participar en la vida comunitaria y en las actividades del municipio, con una disposición favorable a acoger esa participación, estando de acuerdo con ello el 91’5% de los profesionales de salud encuestados.

De todos los datos recogidos en el estudio, Carmina García y Susana Revenga destacan, sin dudarlo, el hecho de que una mayoría incontestable de las personas que necesitan cuidados de larga duración quieran seguir viviendo en su casa, “porque eso significa que lo estamos haciendo bien” desde el despliegue de los recursos ligados a los servicios sociales, concluyen.